¿Ha comenzado el fuego amigo en la Comunidad de Madrid para justificar decisiones sobre la elección de candidatos del PP?
(19-02-15) Esta es la pregunta que me hago hoy: ¿Ha comenzado el fuego amigo en la Comunidad de Madrid para justificar decisiones sobre la elección de candidatos del PP?
Sin duda, es una pregunta de cien mil euros. Y se la están haciendo los miembros de los mentideros políticos en cenáculos y barras de bar.
En política nada está hecho al azar, salvo en Pozuelo. En política todo se piensa y se razona para buscar estrategias. Maniobras orquestales en la oscuridad para preparar decisiones futuras a más o menos largo plazo. No digo que las cosas que, de pronto, se observaron ayer lo sean. Digo que huelen a estrategia. A preparación del terreno.
Pondré tres ejemplo. Tres.
Por un lado, ¿a qué viene ahora sacar una historia de corrupción relacionada con aquello del espionaje político de hace seis años?
Y, además, con una acusación tan grave. El ex director de la Academia de Policía de Madrid, el magistrado Agustín Carretero, intentó sobornar con un puesto de trabajo que doblaba su sueldo a José Manuel Pinto, imputado clave en la causa que investiga el espionaje a varios altos cargos del PP de Madrid con fondos de la Comunidad, para evitar que revelase por primera vez en una declaración judicial la implicación directa del Gobierno autonómico.
Puf. Mala cosa. Complicada cosa. Enmarañada cosa a estas alturas de la liga. Grabaciones diáfanas. Pruebas claras, en principio.
El presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González así como Salvador Victoria, lógicamente, han negado que el Ejecutivo crease una plaza de trabajo para que un imputado por el caso del presunto espionaje no implicase a los responsables.
Pero ¿por qué lo saca ahora El Mundo y se muestra tan seguro de su información?
Raro, raro. No terminará ahí.
Pero no es eso solo. Cuando, ayer, el Gobierno de la Comunidad de Madrid sacaba pecho por lo bien que le había ido una emisión de bonos para financiarse, hay varios titulares de prensa que lo venden al revés: “El rechazo al plan de deuda ‘gratis’ de Montoro le cuesta ya 76,7 millones de euros a la Comunidad de Madrid 76,7 millones”. Una noticia positiva, se convierte en negativa. Y no sólo eso, se asegura que el coste de emisión de la Comunidad de Madrid está 19 puntos básicos por encima de lo que paga el Estado por sus títulos con el mismo plazo.
¿Qué se busca convirtiendo una noticia buena en mala?
Raro, raro. No se entiende un ‘guantazo’ de ese calibre.
Pero aún hay más. Ayer mismo, también, se hace público que Metro de Madrid, que depende de la Comunidad, ha abierto una investigación para saber la autoría de un documento que insta a perseguir a ‘gays’ y ‘mendigos’. Un escandalazo.
¿Es ésta notica una coincidencia en el tiempo con las otras dos anteriores?
Posiblemente. Pero como yo soy un viejo cocodrilo que ya ha visto casi todo lo que tenía que ver, me gusta hilar. Y me gusta especular. Y sospecho de casi todo. Y esto, en concreto, me huele mal.
Y peor me huele aún cuando hace unos días me dijeron que era muy probable que Ignacio González ya estuviese nominado para caerse de la lista de candidatos. Pero que se había complicado la decisión porque el Presidente ya estaba en precampaña clara.
No me dijeron que, a partir de ahora, le fueran a buscar las cosquillas. Pero la política se escribe siempre con renglones torcidos. Y, a veces, torticeros.
¿Es esto el inicio de un fuego amigo para facilitar la toma de decisiones?
Lo veremos en unos días.
La Tarántula